Libertad de cátedra

Por razones de mis trabajos llegó a mis manos un papelito que viene en cada lista de grupo de mi facultad. Dice cosas simples, como los días inhábiles, cuándo inicia y termina el semestre, las obligaciones de los maestros y sus derechos.

Yo quería el papelito porque necesitaba las fechas de los días inhábiles, pero me puse a leer lo demás.

Los derechos de los profesores vienen explicados como si te lo mandara un sindicato, cosas típicas como poder pedir días libres, poder actualizarse etc. Pero hay un punto que me llamó la atención. Es la sección K del Art. 20 que dice: Realizar sus actividades con la más amplia libertad de cátedra e investigación de acuerdo con los planes y programas establecidos para la misma.

Qué bien, piensa uno, después de todo las materias son diferentes y no puedes pedir que todas sean impartidas igual.

Lo malo es que no viene definido lo que es ”libertad de cátedra” y varios maestros se cuelgan de esto para hacer lo que se les da la gana en su clase y calificar como se les ocurra.

Esto se confirmó el viernes pasado cuando el doctor que nos da Dermatología se dignó a llegar a clase (dos veces lo hemos visto en lo que va del semestre) y empezó a preguntar las características de la piel.

Yo estudié de Histología de Ross, porque pidió un tema básico.

Y aquí empezó lo malo, empezó a correr a quien no le contestaba lo que él creía y decía “falta, tacha y cero”. Me tocó a mí y también me corrió.

Al parecer me faltó decir que la piel tiene rombitos y poritos. Lo cual bueno, tal vez eso era lo correcto, no sé. Pero por qué ponerme falta? Yo no falté, falta más veces él y ni avisa.

Parece que el semestre pasado ocurrió lo mismo y el grupo se quejó formalmente, pasó lo que siempre pasa, represalias. Ahora no quiero hacer lo mismo.

Ni modo, sin llorar. Luego por qué los dermatólogos tienen la reputación de ardidos, por andar haciendo cosas para llamar la atención y no ser menospreciados.