martes, 15 de diciembre de 2009

Navidad y papá

Voy a escribir este post mientras termino de adornar el árbol.





[caption id="" align="aligncenter" width="384" caption="Por lo menos ahí la llevo de gane."][/caption]

Se acaba este año, y hoy declaro al 2009 el año más culero de mi vida. Y fue desde el verano. En las vacaciones de primavera fui a Chihuahua y fue un viaje maravilloso. Después, en verano, me invitaron a un pequeño viaje a Puerto Vallarta. Mi vida nunca había sido mejor, viajando (y sin que costara mucho dinero, mi mamá fue lo suficientemente generosa para pagarlo).


Mi papá siempre me ha visto como un niño mimado, aunque nunca participó en mi educación, y siempre ha pensado que tengo demasiadas cosas (computadora, videojuegos) aunque nunca ha pagado por ellos. No soy una persona tacaña ni avariciosa, mi madre me ha dado todo.


Desde a mediados de año precisamente, que empezó la crisis cabroncísima en México, en las visitas a mi papá para que me pagara la manutención, él empezaba a quejarse, que la mayoría de edad era a los 18 años, que era cuando uno tenía que hacerse responsable por su vida. Fue entonces que llegó la fecha del viaje a Puerto Vallarta.


Primero que nada, NUNCA, JAMÁS le pido dinero a mi papá además de la manutención. No le pido dinero para salir, para comprar nada, para gasolina, PARA NADA. Ni un centavo, el dinero que me daba mi papá consistía en lo siguiente:




  • Inscripción de la escuela y libros (la escuela siempre ha sido pública, aunque sus tres hijas siempre han estado en escuela privada).

  • Manutención semanal de 500 pesos (a veces menos, nunca más), es decir 2000 pesos mensuales. Por cierto, esta manutención no ha sido desde toda mi vida (nunca he vivido con mi papá, lo conocí cuando me reconoció como su hijo, porque no, no estaba reconocido), sino como desde mi adolescencia más o menos.

  • Regalo de cumpleaños y regalo de navidad, que muchas veces no consistía en dinero, nunca me ha gustado que me den dinero, así que mejor pedía un regalo. Antes era más joven, y como todo niño, yo le pedía a su secretaria que le recordara que era mi cumpleaños.


Además de esto, mi papá no daba nada más, tiene 4 hijos en total, y aunque es ingeniero civil, tiene una empresa propia, y es de los mejores en su rubro, la crisis lo afectó. En todos estos años, nunca se le ha exigido dinero, cuando no lo tenía, se le entendía.


Pero yo me sentía bien, mi papá no vivía conmigo, pero pagaba (poco, pero pagaba) lo que tenía que pagar. Eso significaba que le importaba, que me quería, él nunca me habla para saber como estoy, nunca me visita, nunca me avisa de los eventos familiares, pero por lo menos pagaba, YO LE IMPORTABA, ÉL ME QUERÍA, el dinero lo demostraba.


500 pesos los gana mi mamá en dos días. No los necesita. A veces eran 400, a veces nada. Pero representaban algo, aún si fuera un peso, representaba lo mismo, amor, cariño por un hijo.


Cuando llegó el viaje a Puerto Vallarta, se me ocurrió decirle que si cooperaba para el viaje. Me pudo decir que no, pero me dio 500 pesos. regresé del viaje y le llamé a su secretaria para recordarle que no pagó los 500 pesos de manutención. Me llamó él, me preguntó que por qué me debía dar más dinero si ya me había dado para el viaje. Le contesté que eso era lo que él y mi mamá habían acordado.


Nos mandó llamar. De la manera más grosera, más violenta que he visto en él le dijo a mi mamá que no tenía dinero, que no me iba a dar nada más. Mi mamá le dijo que a sus hijas no las trataba igual, que la manutención de un hijo según la ley (y lo confirmé) termina cuando acaba de estudiar (no a los 18 años, como él quería). Se puso aún más violento, le apuntó a la cara a mi mamá y le dijo: "me vienes a decir qué hacer a mi oficina?".


Puse una mano entre los dos, me la quitó. Le dije "no le hables así". Me preguntó que por qué. "Porque es la madre de tu hijo". Me dijo que no mamara. "Así le hablas a la madre de tus hijas?" le contesté. "A la mamá de mis hijas le hablo a chingazos.". No supe qué decir, pero mi madre sí: "Bueno, pues porque ella se deja". Nos fuimos.


Por segunda vez mi mamá salió llorando de la oficina. Le dije que no llorara, que era un animal.


Lo he visitado varias veces más. Le mandé un mail a mi abuelo y otro a él diciéndole todo le que le tenía que decir, desde toda mi vida. Se justificó diciendo que todo esto es parte de mi educación y de ser un hombre. Que lo que había pasado con mi mamá lo iba a discutir con ella luego. Como siempre, hasta ahora no ha tenido el valor de hacerlo ni de pedirle una disculpa. Cada vez que tengo que hablar con él es como si nada hubiera pasado, como si tuviéramos la mejor relación padre-hijo, no quiero discutir con él porque sinceramente le tengo miedo.


Mi mamá ha sufrido mucho por esto desde que nací. Hacerse cargo de un hijo sola no es nada fácil. Desentenderse de uno sí es muy fácil.


Decir que uno odia a su padre suena muy dramático, pero hoy lo entiendo más que nunca. Lo odio y le temo. Y odio odiarlo, me encantaría quererlo, perdonarlo, abrazarlo, entenderlo. Pero no puedo, sólo lo odio.


La cantidad de dinero a mí no me importa, ni a mi mamá, pero ahora me doy cuenta que lo hizo para deshacerse de mí. Seguramente le causaba demasiados gastos. Ya me doy cuenta de lo poco que significo para él.


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Se supone que la Navidad la paso con toda mi familia paterna, y el año nuevo con mi mamá. No lo quiero ni ver. No voy a ir.


Todo este ajetreo me hizo ir al psiquiatra porque no podía dormir, el sólo hecho de recordarlo me da un ataque de rabia (no hago nada, sólo me quedo pensando) que dura bastante tiempo. Las calificaciones de este semestre van llegando y son mediocres, totalmente mediocres, mucho tiempo gastado pensando en eso.


Por eso este año ha sido de la chingada. No es una Feliz Navidad. Pero el año nuevo siempre te invita a reiniciar todo. Espero poder empezar de nuevo, aceptando la situación en que estoy. Le valgo madre a mi padre y lo odio. Tengo que aceptarlo, si no la vida se me irá en eso.





[caption id="" align="aligncenter" width="384" caption="Por cierto, que tus amigos se nieguen a ayudarte a adornar el árbol de Navidad no ayuda en nada. Adornar un árbol solo es lo más triste del mundo."][/caption]

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