Achí es, el jueves fué la última cirugía "normal" del semestre. El doctor nos dio a escoger entre salpingectomía bilateral(cortar las trompas de falopio) en una hembra ó esplenectomía (sacar el bazo).
Una salpingectomía es más fácil que una esplenectomía, siendo el bazo un órgano muy vascularizado (de hecho también sirve como reserva de sangre), es mayor el riesgo de desangramiento en el segundo caso.
Fui anestesiólgo e hice la primera canalización de mi vida, y creo que estuvo bien.
Saldo pues:
Cirujano (Candelas): Un buen trabajo, pero un poco indeciso en la toma de desiciones.
Anestesiólgo (Nino): Se me olvidó la hoja de registro de la anestesia, bien wey.
Primer ayudante (Manzur): Ni la vi.
Segundo ayudante (Ivonne): Ni la vi. Ok, sí las ví a las dos, pero no vi que hicieran algo trascendental.
Instrumentista (Ginna): No sabía que no habría clases el viernes, y creía que Mariana y yo la estábamos cotorreando. Luego ya se lo creyó y pidió permiso para irse antes y alcanzar el camión de las 9 a Durango, de ahí es.
Circulante (Mariana): Me ayudó bastante a no aburrirme, y no vi que cometiera ningún error.
Nuestra paciente
Otros incidentes:
Los doctores perforaron la vejiga y pues hay estaba toda la orina saliendo. La tuvieron que drenar toda.
Un paciente de las esplenectomías que se estaban realizando empezó a llorar a la mitad de su cirugía, por supuesto que se asustaron.
Le dimos una solución fisiológica a Jenny porque se le acabó la suya.
Karla se sintió mal y tuvo que dejar su papel para sentarse.
Saúl nos sorprendió a todos logrando extraer el bazo de su paciente y mostrándolo en el aire cual si recién nacido.
Una paciente fue sacrificada :-(
El doctor Iván tratando de preparar un Ketorolaco ("Keterolaco"? "Keterolako"?)
Paciente sacrificado
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