sábado, 11 de octubre de 2008

Médula adrenal

Continuando con el siguiente tema.

 

Médula adrenal

Las células cromafines de la médula suprarrenal tienen muchos gránulos que almacenan catecolaminas: Dopamina (DA) y Adrenalina (A).

Las células cromafines están inervadas por fibras simpáticas preganglionares. Se podría considerar a la médula suprarrenal como un ganglio simpático que no tiene fibras postsinápticas.

 

Biosíntesis y metabolismo de las catecolaminas

La Adrenalina (A) y Noradrenalina (NA) derivan de dos aminoácidos específicos, Tirosina y Fenilalanina. La Fenilalanina se convierte rápidamente a Tirosina así que seguramente el camino metabólico es el mismo.

La Tirosina es hidroxilada a Dopa

La Dopa es descarboxilada a Dopamina

La Dopamina es oxidada a Noradrenalina

Y la Noradrenalina es convertida a Adrenalina por una N-metiltransferasa.

Inactivación y eliminación

Las catecolaminas pasan rápidamente de la circulación sanguínea a los tejidos, integrándose a sus componentes celulares y después se degradan.

La degradación de A y NA se lleva a cabo mediante dos enzimas: La O-metiltransferasa (COMT) y la monoamino-oxidasa (MAO). El resultado final es la conversión de la A y NA a Ác. Vanillilmandélico (AVM) que es excretado por la orina.

 

Efectos de las catecolaminas

  • Aparato circulatorio

La Adrenalina causa la mayoría de los efectos sobre el corazón, aumenta el cronotropismo e inotroprismo.

La Noradrenalina provoca una vasoconstricción generalizada, incrementa la resistencia periférica y eleva la fracción diastólica.

La Adrenalina también ocasiona constricción de la red cutánea, mientras dilata la red vascular de los músculos esqueléticos y del hígado.

Así que en una situación de peligro, la tensión arterial aumentará por el efecto de la noradrenalina sobre los vasos periféricos, pero luego disminuirá por la acción de la adrenalina sobre los vasos musculares y hepáticos.

  • Sistema nervioso

Bajo el efecto de la adrenalina y noradrenalina se observa euforia y activación del estado de alerta.

  • Hígado y acción calorigénica

Las catecolaminas movilizan la grasa del tejido adiposo y en el hígado tienen un efecto glucogenolítico.

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